¿Cobra bien un programador informático?

Un buen programador informático es un artesano del siglo XXI. Igual que los artesanos de otras épocas ha practicado mucho, conoce sus herramientas a la perfección y las maneja con destreza, y esquiva los errores (evidentes y ocultos) en sus trabajos gracias a una intuición sobrenatural fruto de su experiencia y capacidades. Eso si, hablamos de un buen programador, aquél que disfruta de su trabajo y le dedica su máxima concentración para conseguir resultados excelentes.

Un perfil como este en España no cobra lo que merece, como tantos otros profesionales también hay que decirlo, porque la idea en el mercado tecnológico es que "programar es de juniors", y en cuanto coges algunas tablas "asciendes" a otros puestos que ya no pican código. El trabajo propuesto por un analista o un consultor nunca satisfarán al cliente si los programadores encargados de darle forma son becarios mal pagados y deseando dejar su puesto, de la misma forma que el proyecto del mejor arquitecto será un desastre en manos de una cuadrilla de albañiles desastrosa.

Valoremos la artesanía detrás de la programación, no nos dejemos embelesar por el marketing de los comerciales tecnológicos y la verborrea de los consultores y demás mandos intermedios en la jerarquía del mundo del desarrollo de software. El producto final que recibe el cliente no lo van a fabricar ellos.

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